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lunes, 6 de octubre de 2014

PROCESO ENSEÑANZA - APRENDIZAJE



LA COMUNICACIÓN EN EL PROCESO E-A (Enseñanza - Aprendizaje)

En el sistema de enseñanza centralizado en el  docente y en el contenido del o información del tema, la tarea de transmitir conocimientos es la mayor carga que éste soporta sobre sus hombros.  A su vez el alumno que desea pasar o aprobar el curso se ve obligado a  absorber una cantidad considerable y cada vez mayor de informaciones: conceptos, nombres, hechos, fechas, colores, relaciones, cantidades, fórmulas, procesos, normas, entre otros, la mayoría de las cuales recibe “vía profesor”.
Sin embargo, la emisión y transmisión de información o contenido y de su correspondiente recepción es solamente una de las funciones de la comunicación entre el docente y sus alumnos.  La comunicación es un proceso de interrelación personal que envuelve profundamente a los seres humanos.   Por otra parte, de la eficiente comunicación depende no sólo el aprendizaje sino también el respecto mutuo, la cooperación y la creatividad.

ENSEÑAR NO ES SOLAMENTE TRANSMITIR


“EL PROFESOR X TIENE UNA ADMIRABLE FACILIDAD DE EXPOSICION. DA SU CLASE EN UNA FORMA TAN BIEN ESTRUCTURADA Y TAN CLARA, QUE LE ENTENDEMOS TODO, NO NECESITAMOS PREGUNTARLE NADA.  ES UN GRAN COMUNICADOR”.
Sin embargo, ¿será un gran docente o profesor?

Muchos docentes piensan que su deber consiste en transferir a los alumnos el máximo de lo que saben, en la forma mejor estructurada posible.  De ahí, por ejemplo, el abuso del datashow o el rotafolio empleado como guión del tema o la materia.
Enseñar, sin embargo, no es solamente transmitir, ni trasladar conocimientos de una cabeza a otra, a través de la técnica expositiva.  Enseñar es hacer pensar, estimular a descubrir y resolver problemas;  es ayudar a crear nuevos hábitos de pensamiento y acción.
Esto no significa que la técnica expositiva no deba utilizarse o que el docente sea un mal comunicador por el hecho de disertar.  Significa, sí, que la estructura, la intención y los recursos  de la exposición deben dirigir el pensamiento de los alumnos hacia la problemática y sus dilucidaciones.  Esto es, al raciocinio y no a la absorción pasiva de las ideas e informaciones del docente.   Significa, además, que el docente debe ser un comunicador dialogal y no un transmisor unilateral de información.  Ser un comunicador, por otra parte, no es actuar como un actor de teatro o de TV y menos aún como un persuasivo doctrinador.  Significa desarrollar “empatía”: colocarse imaginariamente en el lugar del alumno y con él, tomar la problemática del mundo para que, al mismo tiempo que aprende nuevos contenidos, desarrolle su máximo tesoro: su habilidad de pensar.

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